SUBCAPÍTULO 3: Has caído en su trampa

 

¿Cómo estáis lectores?

Hoy toca realizar un nuevo rol, el de CRÍTICA.

Como podréis imaginar, este consiste en buscar una injusticia social de la actualidad y de ella, obtener un comentario crítico personal.

El tema que he elegido es el trabajo en los jóvenes.

Fuente: Pixabay

Hoy en día, existe una gran tasa de paro juvenil en Europa , comprendiendo las edades desde los 16 hasta los 25 años. España ha conseguido mejorar la cifra que se había quedado encasillada desde 2008, bajando del 30%, pero esto no es suficiente porque seguimos siendo el país con más desempleados de la Unión Europea (29,2%).

Si la comparamos con la tasa de paro en adultos también de 2021, podremos apreciar la gran diferencia existente:

Fuente: Propia

 Color amarillo: representa a menores de 25

 Color azul: representa a mayores de 25

A pesar de que se considera a nuestra generación como muy formada, ¿por qué se dice que los jóvenes buscan no trabajar?

¿Acaso habrá algún motivo detrás de esto?

Quizás deberíamos tener en cuenta que podría ser por grandes desigualdades que existen respecto a otros trabajadores de mayor edad.

En primer lugar, existe una gran queja general por el requerimiento de experiencia (en algunos casos llegando a exigir hasta cinco años) a personas que han terminado sus estudios recientemente. Es imposible obtener esta formación si nadie te da esa oportunidad, entrando así en un círculo vicioso.

En segundo lugar, también encontramos las prácticas no laborales dirigidas a estas personas, que por el motivo nombrado anteriormente, no pueden iniciarse en el mercado laboral. El problema aparece cuando existe una explotación hacia estos trabajadores (como hacer más horas de las acordadas), aprovechándose de su necesidad por trabajar.

En tercer lugar, si consiguen obtener algún puesto, hay que tener en cuenta cuál será su salario, ya que, se dan casos en los que por tener menos edad o ser "inexperto", creen que pueden engañarte. Para la gran parte de los jefes, lo único que importa es aumentar sus ingresos, sin tener en cuenta que tiene en sus manos al futuro, viéndolos así como máquinas para crear dinero.

Fuente: Pixabay

Por último, como podremos imaginar, todo esto conlleva a la desesperación, conduciéndolos a ejercer alguna profesión para la que no se han preparado realmente. He ahí la cuestión de por qué a veces encontramos a individuos trabajando sin ganas o motivación (perjudicando también a sus clientes ).

Entonces, ¿de qué sirve estudiar si ya sabemos cuál será nuestro futuro?

Pero que no cunda el pánico lectores, estudiar es una herramienta muy importante para nuestro futuro, por lo que poco a poco existe más preocupación acerca de este tema.

Existe una ley (Ley de Formación Profesional), que se aprobó en diciembre de 2021, ofreciendo así más flexibilidad, prácticas y dando mayor participación en las empresas.

Además, ya van surgiendo prácticas laborales pero que SÍ están remuneradas, beneficiando así en los gastos del trabajador joven. Es cierto que no reciben el mismo salario que un profesional, pero eso es entendible.

Seguro que más adelante conseguiremos grandes mejoras, pero eso está aún por ver.

Hasta la siguiente entrada!!