Érase una vez...
Érase una vez... una chica llamada Raquel.
Fuente: Piqsels |
Ella tenía 19 años y vivía junto a su familia, compuesta por 5 personas.
Residía hasta hace poco en un pueblito de Badajoz llamado Villafranca de los Barros, aunque por motivos de estudios, decidió irse a Cáceres.
Naturalmente, era de Barcelona, ya que nació en otro pueblito conocido como Mataró.
Pero, para entender mejor todos estos cambios, es necesario remontarse al inicio...
Allí vivió hasta sus 7 años, cuando por la búsqueda de trabajo de su madre, tuvo que mudarse a Extremadura. Fue entonces cuando conoció a gran cantidad de personas, que poco a poco pasaron a ser sus amigos.
Raquel era una chica algo tímida, aunque eso no impidió dejarse conocer y vivir mil aventuras.
A medida que iban transcurriendo los años, la familia iba en aumento. Primeramente entró una cría de labrador, al que llamaron Gina, y en los posteriores meses, acabaron formando un núcleo bastante extenso. Esta vez habían 3 perros más y 2 gatos.
Decidieron llamarlos Oddy, kimbo (al que solía llamarle "mi hijo"), Prince, Vaky y Bonny.
Así fue cómo nuestra protagonista acabó teniendo un gran amor por los animales, además de por su madre.
Raquel siguió creciendo y estudiando, pero no sabía qué era lo que realmente le gustaba hacer, ni por tanto, estudiar. Hubo un tiempo en el que decidió que ella no valía ni era capaz de lograr lo que muchas personas habían hecho, así que decidió que al terminar la ESO, buscaría algún modulo "sencillo" del que poder vivir más adelante.
Fue entonces cuando al repetir 3º de la ESO, se dio cuenta de que sí podía conseguir mucho y más de lo que imaginaba, sosteniendo así que haría Bachillerato.
Una vez acabó su época de instituto, tenía claro -aunque con algunas dudas- que estudiaría la carrera de Psicología, sin embargo por cosas del destino -más bien por la nota, pero prefiere pensar eso- , acabó en la carrera de Educación Social en Cáceres.
Su madre y familia siempre le apoyaron y animaron en todas las decisiones que tomó, dando lugar a que fuera una persona muy familiar, sin olvidar que también le gusta tener su espacio y disfrutar de la naturaleza -posiblemente porque se crio en una montaña y estaba rodeada de árboles-.
...
La historia de Raquel aún está por terminar, ¿quieres formar parte de ella?
Os espera en sus futuros capítulos!!
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